La capital de la felicidad, simple, refinada y sostenible
Textos y fotografías de Carlos Lauría
La capital de Dinamarca sintoniza casi a la perfección la tradición y la modernidad, la distinción y la simplicidad. Con su enfoque en la sostenibilidad, la calidad de vida y la igualdad, se ha ganado con total valía la reputación de ser una de las ciudades más felices del mundo. Sus canales, puentes y edificios pintorescos le dan una magia única. Con un total de 1,3 millones de habitantes en un pequeño país que apenas supera los 5,5 millones, Copenhague es una de las urbes más hipsters de Europa en la actualidad.
Ideal para visitar en verano, entre junio y agosto, por el clima más templado y agradable que en invierno cuando llueve con frecuencia, nieva y hay pocas horas de luz. En lugar de los rascacielos de vidrio y acero que se encuentran en muchas capitales, Copenhague está dominada por edificios de cuatro a seis pisos, donde conviven lo nuevo y lo antiguo.La historia de la ciudad se remonta a la Edad Media y eso puede observarse a primera vista en su legado arquitectónico y cultural en el mismo centro de la ciudad.
En aquel lugar llama la atención uno de edificios icónicos de la metrópoli, el Palacio de Amalienborg, la residencia de invierno de la familia real danesa. Vale la pena presenciar el cambio de guardia, una ceremonia tradicional que es todo un espectáculo. Cada mediodía, la guardia real marcha por las calles desde su cuartel junto al Castillo de Rosenborg hasta Amalienborg, a menudo acompañados de música.
Nyhavn, un canal de madera bordeado de casas de colores brillantes, es uno de los sitios más simbólicos y bellos de la ciudad. Los edificios que circundan a ambos lados del canal albergan bonitos bares, restaurantes, teatros y cafeterías siempre animadas, con una gastronomía tan variada como sofisticada. El mejor momento para visitar es justo antes de la cena, ya sea para tomar una cerveza o un café, ya que el ambiente está en su mejor momento y hay muchas personas con quienes interactuar. Nyhavn no está necesariamente colmado de cosas que hacer, sino que es un lugar para ir y recrearse con la cultura de Copenhague y su gente. El puerto es, además, famoso por su colección de barcos de madera históricos.
Los Jardines de Tivoli, un paseo recreativo y popular de la ciudad, deleita a residentes y visitantes desde 1843. Cuenta con múltiples atracciones: parque de diversiones, bares, jardines, pabellones de comida y otras afinidades. Durante la temporada navideña, el parque resplandece iluminado con luces de colores.